Después de más de 30 años montando caballos de carreras, triunfando en su patria y alrededor del mundo, el brillante Olivier Peslier, tal como estaba previsto, procedió a su retiro definitivo de la profesión. Lo hizo recibiendo la admiración y el agradecimiento de todos los presentes en el hipódromo de La Teste, repleto pese a que hace sólo 48 horas se hizo público el retiro del gran jinete. Todo ocurrió como el quería de forma sencilla y humilde.
No hubo triunfo para Peslier en la jornada, aunque pudo apreciar que toda su carrera fue un gran triunfo por la forma y el respeto que debió sentir ante la reacción de los presentes. En su primer compromiso de monta, figuró 2° en el Prix Dormane (G3, 1900m, grama, € 25.000), una carrera exclusiva para ejemplares de Raza Árabe y, al cierre del programa de carreras, un hándicap denominado Prix Aquitaine Atlantique (1900m, grama, € 15.000), el 9° evento de la jornada, terminó en el 10° lugar en un lote de 13 competidores.
“Ha sido maravilloso recibir tantos buenos deseos, pero no estoy seguro de estar consciente que este es mi último día montando en competencias públicas”, expresó Peslier. “Me sucede como cuando ganas una carrera importante. A veces no te das cuenta de lo que pasó en ese momento. Puede ser que las lágrimas lleguen más tarde”, agregó con cierta emoción, entrevistado por Equidia.
“No me arrepiento de nada. Recuerdo todos los ganadores y a las personas para las cuales he montado, todas las grandes carreras que he ganado en tantos países. He logrado cosas extraordinarias”, siguió diciendo Peslier. “Me ha acompañado gente maravillosa y he aprendido muchísimo. Aprendí la forma de montar de los ingleses en mis primeros viajes y luego pasé un tiempo extraordinario descubriendo la hípica japonesa”, dijo el jinete, rematando con “esos dos países son los escenarios de las carreras más maravillosas del mundo”.
Al momento de la salida final de Peslier, cuando se dirigía a cumplir con su compromiso de cierre, el resto de sus colegas le formaron un arco con sus látigos para que pasara por debajo; y cuando regresó, después del repeso, fue literalmente ovacionado, produciéndose quizás el momento más emotivo de una jornada de carreras “histórica”: la despedida de un jinete “enorme”.
Finalmente, ante una petición de la presentadora del hipódromo (Marine Costabadie) de reconsiderar su decisión de retiro, Peslier fue contundente al responder: “Espero que la próxima vez que nos veamos en el paddock esté yo presente como un propietario”.
Al final de la entrevista, Peslier fue informado que se estaba viendo en vivo en EUA y en Japón. Agradeció entonces, principalmente a su buen amigo Christophe Lemaire, por haber permanecido despierto hasta tan tarde para verle desde Japón. Al mencionar a Lemaire por su apodo (Totoche), se le quebró la voz y aparecieron las lágrimas, que vinieron con otra ovación de aplausos.
A continuación el video de la Breeders’ Cup Mile (G1) del año 2010, ganada por el «enorme» Peslier, guiando a la gran Campeona Goldikova, como homenaje de despedida.