
El venezolano Javier Castellano ya supera las 5.000 victorias en EUA - Foto: Horsephotos
Tal vez esta no vaya a ser una crónica fría de números y estadísticas, de citas estratégicas de hechos casuales, como suele suceder cuando toca reseñar que un profesional haya alcanzado un logro tope en su carrera. Seguramente no lo será. No porque no sea mi forma de hacerlo. Va más allá de eso. En este momento me siento embargado por el orgullo de conocer a Javier Castellano, por el hermoso sentimiento de paternidad o maternidad de un “ídolo” interior, presente en mí desde hace mucho tiempo, desde cuando aún Javier era un “mozalbete” intentando labrarse un lugar en la profesión de jinete de Purasangres de carreras.
Es un recuerdo vívido, presente como si fuera hoy, verle montar en su 1ª incursión en una temporada de la casa de los campeones en EUA, el hipódromo de Saratoga (Nueva York), y aún en plena tarde de carreras, poco después de verle adjudicarse un tercer lugar, definirle como un “nuevo” Jerry Bailey, por el estilo, por la clase, por el respeto a su desempeño sobre el caballo de carreras. Tuve oportunidad de comentárselo, en una conversación fortuita, de esas que tenemos a diario en cualquier parte. Esa vez era sobre su auto, una “camionetota” enorme, que lucía más grande con él al volante, en la propia Saratoga Springs (Nueva York), dirigiéndonos a comer con un grupo de amigos y familiares nuestros.
En ese entonces Javier me pedía que hiciera fuerzas para que le dejaran ser el jinete que montara al recordado Campeón venezolano My Own Business (97-11, Voyageur en Word Medley, por Verbatim). Yo, a sabiendas que eso no era posible, conociendo la opinión del entrenador a cargo y de uno de los copropietarios, le dije que lo haría pero que no se desilusionara si no se daba porque “tú vas a ser un nuevo Jerry Bailey, tómalo de ejemplo, obsérvalo siempre, eres como él, pero con más futuro”.
Llegamos al restaurante y allí quedó nuestra conversación. Nunca más tocamos el punto en las poquísimas veces que logramos coincidir en el futuro. Pero ello no mermó para nada mis afecto y admiración por aquel “muchachito” que montaba con tanta calidad y acompañaba ese actuar con decencia y calidad humana. Al pasar del tiempo, cada vez era más grande mi “idolatría” interior.
Fue el jinete de Remarkable News (02, Chayim en Unreachable, por Alhajras), el mejor ejemplar venezolano con campaña en EUA, durante la primera parte de su campaña. Me tocó entrevistarle entonces. Unido como estaba a ambos, caballo y jinete, aquella entrevista fue una suerte de celebración de poder estar cerca de nuevo, a pesar de las distancias geográficas y compartir alegrías y recuerdos, cercanos entonces.
Y siguió pasando el tiempo. Y un día me di cuenta que Javier era como Jerry Bailey, que se ganaba su 4º Premio Eclipse. No te imaginas Javier lo feliz que fui entonces. Lo felices que fuimos todos los que compartíamos ese sueño de verte triunfar de verdad. Triunfar de verdad no es un logro trascendente. Triunfar de verdad es lograrlo todo y seguir, seguir encontrando nuevos rumbos, nuevas metas. Tal como afirmó Javier a la prensa, cuando palabras más, palabras menos, al ser entrevistado por las 5.000 victorias en EUA, señaló que aún le quedan cosas por hacer: “la primera, ganar el Kentucky Derby (G1)”. Un día de estos lo vas a ganar Javier y será un primer sábado de mayo inolvidable para todos los que te queremos como nuestro.
Y ahora sí, vamos a la crónica pura. Castellano montó nueve veces el sábado en Belmont Park y ganó tres de esos compromisos, consecutivamente. Los tres fueron clásicos, es decir, que se llevó el 37,5% de las pruebas clásicas disputadas (8). Y se hizo dueño del show, porque además sumó las victorias 4.999, 5.000 y 5.001, iniciando una cuenta que llegará lejos de ese hito de las 5.000 victorias. ¿Qué carreras ganó? Ganó el Mohawk S. (1700m, grama, US$200.000), la 3ª Carrera de la jornada, guiando a Offering Plan (12, Spring At Last en Rosalie Road, por Street Cry), un pupilo del líder Chad Brown. Seguidamente, impuso a Runaway Lute (14, Midnight Lute en Nikki Tootsie, por Waquoit) en el Hudson H. (1300m, US$150.000), éste un entrenado de Gary Contessa y que quedará en los libros como su victoria 5.000.
Poco después, en la 5ª carrera, triunfó en el Ticonderoga S. (1700m, grama, US$200.000), donde impuso a Fifty Five (14, Get Stormy en Soave, por Brahms), otro pupilo de Chad Brown, iniciando así el vuelo hacia quién sabe cuántos triunfos por encima de los 5.000. Serán muchos más y esperamos que entre ellos esté ese “Derby de las Rosas”, no una sino varias veces.
Iniciando su campaña en EUA hace 21 años (1997), nuestro Javier Castellano, nuestro de Venezuela, nuestro de los hípicos del mundo, ha logrado ganar 5.001 carreras a la fecha, luego de cumplir 27.453 compromisos de monta, el 18,2% de sus actuaciones. “He tenido una carrera exitosa pero no siento que he llegado al final. Aún tengo retos, el número uno es ganar el Kentucky Derby (G1). Estoy muy orgulloso de estar junto a los que me acompañan”, afirmó Javier a la prensa, no sin antes agradecer a todos los involucrados en su éxito, dueños, entrenadores, gente de cuadra, agentes, etc., pero sobre todo a su familia, a su esposa y a sus hijos. “No es una profesión fácil” señala. Esa es una de las tantas razones por las que el mundo te admira Javier, pero hay muchas más, tu clase como jinete y como persona, esa maestría conduciendo caballos de carrera y conduciéndote en el día a día.
Castellano cuenta con cuatro premios Eclipse y es uno de los residentes en el Salón de la Fama. Sus conducciones han sido productoras de premios totales de US$ 313.677.494, al presente, según lo reportado por Equibase. Ha sido jinete de grandes caballos, tal vez liderados, desde nuestro punto de vista, por Ghostzapper (00, Awesome Again en Baby Zip, por Relaunch), con el que ganara una Breeders’ Cup Classic (G1) inolvidable, hoy en día un trascendente reproductor, siendo el abuelo materno, nada más y nada menos, que del Triplecoronado Justify (15, Scat Daddy en Stage Magic).
También montó al importante Bernardini (03, A.P. Indy en Cara Rafaela, por Quiet American) cuando triunfó en el relevante Travers S. (G1); al excelente Flintshire (10, Dansili en Dance Routine, por Sadler’s Wells) en su recordado triunfo en el Sword Dancer S. (G1); y fue el jinete del potro del momento, Catholic Boy (15, More Than Ready en Song of Bernardette, por Bernardini), en su reciente victoria en el Travers S. (G1). Tiene el récord de dinero producido en una temporada, US$ 28.120.809, logrado en 2015, habiendo estado muy cerca de ese monto en 2016 y 2017. Este año, con 185 triunfos, a la fecha, (20,2% de sus compromisos), se ubica 3º en la estadística general de jinetes, acumulando producción monetaria de US$ 20.732.479, siempre usando la data que aporta Equibase.
Bueno, hasta acá esta “crónica-recuerdo” personal que me llevó al encuentro de uno de mis tantos “ídolos” internos, con quienes comparto tantas alegrías y muchas de las energías que nos mantienen vivos, brindando siempre lo mejor que podemos dar. Somos felices. ¡Gracias Javier!
Acá la victoria 5.000 de Javier, el Hudson H. con Runaway Lute