Gary Stevens, próximo a celebrar su cumpleaños 54, el próximo 6 de marzo, se mostró optimista con respecto a su proceso de recuperación y desde ya planea estar de vuelta en su actividad profesional para la próxima primavera del hemisferio norte.
Stevens cree que en 10 semanas estará montando de nuevo. Sin embargo, a la buena noticia que ello significa, le pone un punto dramático cuando advierte que no cree que siga montando después del año 2017.
En entrevista brindada a Thoroughbred Daily News (TDN) señaló que está cumpliendo con la agenda de recuperación que le plantearon sus médicos para comenzar a galopar ejemplares y finalmente volver a competir en carreras. “Me estoy acostumbrando tal como hice con mi rodilla. No sabré realmente como estoy hasta que esté finalmente sobre un caballo de verdad, por ahora, he estado trabajando con una bicicleta estacionaria y estoy haciendo muchas cosas que mucha gente creía que no podría hacer tan pronto. En comparación al reemplazo de mi rodilla, siento como si me hubiesen removido una uña en lugar de sentir que tengo algo nuevo dentro de mi cuerpo. Es una cirugía muy fácil. No quieren que esté sobre un caballo por 8 semanas, contando desde la operación (21 de diciembre). Yo podría estar listo en 6 semanas, pero cual quier caída o accidente podría provocarme una fractura del fémur y nadie quiere eso. Ellos piensan que las 2 semanas adicionales serán suficientes. Creo que mi corazón anda bien y pareciera que estaré de vuelta pronto (12 semanas a partir de la cirugía). Estoy muy optimista y voy a volver”.
Gary Stevens se ha sobrepuesto a múltiples problemas físicos durante su carrera, especialmente, con problemas en sus rodillas, pero esta vez aseguró que será la última porque piensa que esta sería su última temporada. “Honestamente, pienso que 2017 será mi último año, a menos que me encuentre con un extraordinario dosañero que luzca como posible ganador del Kentucky Derby (G1) en 2018”, expresó a TDN.
Sobre su reciente operación, Stevens contó que experimentó dolores en la cadera a principios del meeting principal de Del Mar. Fue a ver al doctor que le operó la rodilla porque éste quería tomarle algunas placas a su rodilla para un artículo que publicaría y aprovechó de consultarle sobre la molestia en la cadera. El doctor descubrió que el problema era peor de lo que se imaginaba Stevens y le advirtió que eventualmente debería reemplazarla. “Él tomó una placa y encontró la cadera completamente deteriorada. Yo dije no más inyecciones, vamos a reemplazarla”, señaló el famoso jinete.
Con todo el éxito y el dinero que ha obtenido Stevens durante toda su carrera, pudiera no tener motivaciones grandes que le animen a volver, pero no es así. Stevens sigue teniendo ganas. “¿Quién puede decir que no voy a triunfar en otro Kentucky Derby?”, señala. Sin dudas, el espíritu de competencia y su optimismo le llevaran en su pronto regreso a obtener nuevos triunfos y, tal vez, se quede algo más allá del 2017. Podría encontrarse con otra Beholder, con quien logró victorias memorables en 2016, incluyendo la Breeders’ Cup Distaff (G1) en noviembre pasado. Antes de la cirugía, Stevens había anunciado que firmó un acuerdo con Ruis Racing Stable para ser su jinete oficial y cumplirá con ese compromiso al volver a la actividad, pero además dejó entrever la posibilidad de continuar trabajando para ellos en otro rol, una vez que llegue el retiro.
Esperemos por Gary, tendrá grandes triunfos para ofrecernos, tal como ha hecho durante décadas. ¡Suerte Campeón!